Diente de León
Filosofía
"La primera tarea de la educación es agitar la vida, pero dejarla libre para que se desarrolle..."
miércoles, 11 de marzo de 2015
viernes, 21 de noviembre de 2014
miércoles, 19 de noviembre de 2014
Yo no caí del cielo...
Al descubrir que estábamos cerca de tierra firme, y ya con una escasa idea de con que nos íbamos a encontrar, mi sensación era confusa, por un lado ansiedad por saber de qué se trataba, quienes eran esos seres desnudos, extraños y casi animales que vivían de forma indigente, de los que tanto se hablaba. Y por otro lado miedo al saber cómo actuarían frente a nuestra presencia, admito también mis nauseas al pensar que podían llegar a ser bestias caníbales y que me almorzarían como plato principal.
Al fin llegamos, al escuchar el grito del capitán “TIREN ANCLAS”, supe que todo cambiaría. Arroje mi cuchillo y la papa a medio pelar a un lado y me asomé a la barandilla empujando a la ansiosa tripulación intentando poder ver algo. En ese momento el cielo estaba despejado, el sol radiante, debo confesar que nunca lo había visto tan enorme, casi derretía.
Y a lo lejos divisé la isla, verde, con un aire que llenaba los pulmones, se podia sentir que al expulsarlo refrescaba, todo lo toxico, toda la mugre se iba con él… un aire puro.
Al irnos acercando en los botes, se veían... eran ellos, esos seres tan diferentes, vestidos con harapos , casi desnudos, con la piel pintada de colores diversos. Sus ojos sin pestañear nos miraban fijamente. Parecían ser mujeres, niños, viejos, hasta hombres que al arribar a tierra se nos acercaban lentamente con mucho interés por saber quienes éramos. Nos tocaban sorprendidos, desconcentrados pero con mucha cautela. Hablaban entre ellos un idioma desconocido para nosotros, se reían, nos olfateaban. En un momento se acerco a mí una mujer y admito mi sorpresa, nunca había visto una mujer tan hermosa, con su piel morena, sus pechos al sol y sus ojos negros penetrantes quede atontado. Saco de su espalda unos frutos pequeños y rojos que me ofreció sin dejar de quitarme los ojos de encima, los acepte con una sonrisa que delataba mi sorpresa y me los comí, eran deliciosos, dulces y frescos. En ese momento descubrí que se trataba de personas diferentes, amables, en sus ojos no se veía maldad, sino sorpresa, una sorpresa que ignoraba totalmente lo que luego ocurriría…Continuará…
Al fin llegamos, al escuchar el grito del capitán “TIREN ANCLAS”, supe que todo cambiaría. Arroje mi cuchillo y la papa a medio pelar a un lado y me asomé a la barandilla empujando a la ansiosa tripulación intentando poder ver algo. En ese momento el cielo estaba despejado, el sol radiante, debo confesar que nunca lo había visto tan enorme, casi derretía.
Y a lo lejos divisé la isla, verde, con un aire que llenaba los pulmones, se podia sentir que al expulsarlo refrescaba, todo lo toxico, toda la mugre se iba con él… un aire puro.
Al irnos acercando en los botes, se veían... eran ellos, esos seres tan diferentes, vestidos con harapos , casi desnudos, con la piel pintada de colores diversos. Sus ojos sin pestañear nos miraban fijamente. Parecían ser mujeres, niños, viejos, hasta hombres que al arribar a tierra se nos acercaban lentamente con mucho interés por saber quienes éramos. Nos tocaban sorprendidos, desconcentrados pero con mucha cautela. Hablaban entre ellos un idioma desconocido para nosotros, se reían, nos olfateaban. En un momento se acerco a mí una mujer y admito mi sorpresa, nunca había visto una mujer tan hermosa, con su piel morena, sus pechos al sol y sus ojos negros penetrantes quede atontado. Saco de su espalda unos frutos pequeños y rojos que me ofreció sin dejar de quitarme los ojos de encima, los acepte con una sonrisa que delataba mi sorpresa y me los comí, eran deliciosos, dulces y frescos. En ese momento descubrí que se trataba de personas diferentes, amables, en sus ojos no se veía maldad, sino sorpresa, una sorpresa que ignoraba totalmente lo que luego ocurriría…Continuará…
Dulce Marcha, El Fuego en tu Corazón...
La Belleza del Caos
Musica: Camila Moreno- Cae y Calla
Musica: Camila Moreno- Cae y Calla
Este es un pequeño regalo, realizado con mucho ternura y conciencia, dedicado para Eric el Cachalote, un actor, filosofo, relator, pacifico, creador, soñador! Mi sobrino!! y para todos los niños del mundo, a los que les envió todas las energías positivas del mundo, de la tierra, de la naturaleza, del universo. Seres hermosos sepan que la gran fuerza y armonía de la naturaleza los ama y aun quedan esperanzas!! Son sus hijos, la luna cuida sus noches, el sol alumbra sus días.. La tierra entera nos construye...
Lau...
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